"Rezaré para que no llueva porque ahora dependemos del tiempo", asegura Diego Javita, el propietario de la sidrería el Bosque de Oviedo. Javita tiene claro que intentará aguantar con las ventas de la terraza ya que por el momento no tiene previsto cerrar. "Me voy a arriesgar y por lo menos si hace sol venderemos algo". Un par de metros hacia arriba en La Noceda, la situación es muy distinta. "Nosotros no vamos a permanecer abiertos solo con la terraza. No es rentable, tenemos poca terraza y en enero no tiene sentido en Asturias", lamenta Ricardo Suárez Morán. Las pérdidas de los últimos meses han hecho que muchos se replanteen su futuro. "Van a volvernos locos", sentencian.