Las personas con Piel de Mariposa forman parte de los grupos de riesgo ante el COVID-19, pues viven con heridas y ampollas por todo su cuerpo desde que nacen. Tienen la piel tan frágil como las alas de una mariposa, ya que la proteína que se encarga de unir las distintas capas de la piel no existe. En la asociación DEBRA Piel de Mariposa hay 365 familias afectadas y cinco de ellas son asturianas. El moscón Quico Muñoz y la ovetense Sofía Méndez luchan desde hace ocho años para mejorar la calidad de vida de la pequeña Inés. "El día a día es muy duro pero dentro de las limitaciones ella es una niña felíz", aseguran.
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Salud