Los Reyes Magos llegaron a Asturias por tierra, mar y aire. Sus majestades de Oriente se dejaron ver en el Aeropuerto de Asturias, en el aeródromo de La Morgal (Llanera) y en los puertos de Gijón y Avilés antes de comenzaron un intenso viaje por las principales localidades de la región. Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron las calles en impresionantes cabalgatas, las primeras que se disfrutaban sin restricciones desde la pandemia, lanzando en un mensaje de ilusión, amor y paz que fue escuchado por miles de familias. Tal es su poder y magia, que hasta su llegada coincidió con la declaración de un alto el fuego temporal en la guerra de Ucrania, uno de los principales deseos de los magos. "Son buenísimos, verles es lo mejor", aseguraban hoy miles de niños, que ya cuentan las horas para abrir los regalos dejados por sus majestades y su innumerable séquito.