Los trabajos de adecuación del parque de intemperie de Azsa -donde se va a desarrollar el grueso de la ampliación de su nave de electrólisis- ya se encuentran muy avanzados. El proyecto supone más de 100 millones de euros, medio millar de empleados desplegados y una apuesta por el mantenimiento de actividad industrial en la comarca, aunque el coste de la energía eléctrica es uno de los factores que más impacta en los últimos tiempos sobre la compañía ha marcado en los últimos tiempos.