Lucía tiene 23 años. Está preparando las oposiciones de celadora. A Lucía le encantan, por este orden necesariamente: su familia, el baile y el “crimped hair” -el pelo con rizos muy pequeños, como el que se hacía Alaska a finales de los ochenta-. Lucía es monitora de zumba (deporte de baile aeróbico) en su pueblo, Tuilla (Langreo), y “da mucha caña”. Lucía nació con síndrome de Down y su historia, esta que viene a continuación, es una verdadera historia de integración. Que empiece la clase.
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