La modelo y colaboradora de televisión se ha levantado a primera hora de la mañana para ver cómo su hijo Lucas disputaba un encuentro en una mañana fría de domingo. Y desde la grada, donde estaba acompañada por su padre y por su madre Lucía Pariente, ha lanzado una profunda reflexión sobre el futuro de su hijo que ha terminado con un dardo a algunas de las suegras que ha tenido ella a lo largo de los años. “Jugar no sé cómo jugará, pero tiene aquí un club de fans... A ver qué madre y qué abuela se levantan a las siete y media de la mañana un domingo para ver a la criatura. Nos faltan las pancartas”. Alba Carrillo no da puntada sin hilo y asume que algún día "vendrá alguna y se lo llevará y yo me convertiré en una suegra mala, como las que he tenido".