Si hay alguien que ha salido 'perjudicado' con la reconciliación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva ese es, sin duda, Hugo Arévalo. El empresario, amigo de ambos desde hace tiempo, se convertía en el paño de lágrimas de la marquesa de Griñón tras su ruptura con su prometido el pasado mes de septiembre y, en noviembre, se decidía a confesarle su amor por ella. Una declaración que la hija de Isabel Preysler recibía "ilusionada" y que no tardaba en filtrarse a la prensa.