Tamara Falcó está viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera: tras un intenso año en el que no solo se ha reconciliado con Íñigo Onieva, sino que se ha casado con él y ya se encuentran felizmente instalados en su nueva casa en Madrid: una vivienda de 190 metros cuadrados, muy próxima al domicilio de Isabel Preysler, que ha sido diseñada por la interiorista Beatriz Silveira.

La marquesa de Griñón ha sido uno de los rostros del año a raíz de todas las idas y venidas de su relación con Íñigo Onieva. Además, la socialité no ha pedido la oportunidad de sacar rédito a todos y cada uno de los pasos que ha dado vendiendo exclusivas a la prensa del corazón o actuándo al más puro estilo influencer en sus redes sociales.

Pero, aunque podría parecer el año perfecto para la colaboradora de 'El Hormiguero', hay un detalle que todavía está en el aire: el embarazo de Tamara Falcó. Incluso desde antes de que Íñigo y ella se casaran, ya se escribían ríos y ríos de tinta sobre un supuesto embarazo fuera del matrimonio o los deseos que la marquesa podría tener de ser madre por primera vez.