Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos. Este refrán impostado en la memoria popular española cobra también sentido en el panorama mediático actual, sobre todo si echamos la vista hacia la prensa rosa. Estas últimas semanas -e incluso meses- ha habido un tema por excelencia que se ha resistido a salir de las portadas y los platós: la paternidad de Bertín Osborne. Resistido a admitir que el niño sea suyo y con una prueba de paternidad por delante, el artista y presentador televisivo se ha negado en rotundo a ejercer de figura paterna de la criatura, pero si al final resulta que es suyo, declaró en la revista '¡Hola!' que ayudará.