Si alguien estaba pensando en usar la expresión “cuando los perros surfeen” para hablar de un imposible, debería buscarse otra fórmula. En Gijón, la afición por cazar olas ha calado tanto que la practican ya hasta los canes. Ahí está para demostrarlo “Kiara”, una perra de seis años de raza labradora, que se lo pasa en grande sobre la tabla, surcando las aguas del Cantábrico en San Lorenzo. El animal, que tiene un equilibrio que ya querrían muchos bípedos, disfruta con el deporte tanto o casi más que su dueño, Juan Manuel Santiago, un habitual del arenal y que acapara todas las miradas por la complicidad con su mascota. “Solo con la tabla en casa ya sabe que toca furgoneta y chapuzón”, apunta.