Dicho y hecho los demócratas, no han esperado para someter a Donald Trumo a un nuevo juicio político . Es el segundo impeachment al que se enfrenta el presidente de Estados Unidos en sólo once meses y en un mismo mandato. Declaraciones por las que le acusan de incitar a la insurrección y que derivaron en los disturbios en el Capitolio donde 5 personas murieron y decenas resultaron heridas. Consideran que puso en peligro la seguridad y las instituciones del gobierno. Unos hechos por los que el fiscal general de Washington estudia también imputarle por instigar a la violencia. Todo un ataque a la democracia por el que quieren asegurarse que Trump no vuelva a ocupar ningún cargo público. Una resolución con últimatum incluido, en el que el vicepresidente Mike Pence tenía un plazo de 24 horas para activar la vigesimoquinta Enmienda para destituir a Trump y que los republicanos han conseguido bloquear en la Cámara de Representantes.