Ya se cumple una semana desde que Grecia vive la peor ola de calor en tres décadas. Un país ya devastado por varios incendios forestales que han amenazado Atenas desde su origen. De la mano de temperaturas abrasadoras y fuertes vientos se han quemado miles de hectáreas y destruido decenas de hogares y negocios. Y siete días más tarde, ya están controlados todos, excepto uno: el de Eubea.