Oleh es un soldado ucraniano herido en la guerra a principios de este año. Ahora regresa a su país después de haber pasado los últimos meses en México, donde ha recibido una prótesis para el brazo derecho que perdió en el conflicto. La decisión de unirse a las fuerzas ucranianas “fue automática” asegura. “No teníamos otra opción”. La amputación del brazo y las lesiones en el ojo le dejaron en coma durante un tiempo en un hospital de Ucrania. Poco después voló hacia México para el tratamiento de sus heridas y ahora por fin, acostumbrándose a su nueva realidad, pone rumbo a casa.