La versión brasileña de un gobierno Frankenstein la protagoniza Ignacio Lula da Silva. El presidente, que toma posesión este 1 de enero, se ha enfrentado a todo un rompecabezas político para integrar a la decena de partidos, desde el centro derecha a la extrema izquierda, que lo apoyaron en la segunda vuelta frente a Jair Bolsanaro. Lula va a estar al frente de un ejecutivo con 37 ministros, algunos de corte liberal. Hay numerosas mujeres, más que nunca en la historia del país.