El Mercado de San Isidro de Llanera cerró ayer sus puertas en su última jornada, pero primera en la que la lluvia dio una tregua tanto a asistentes como a expositores. La gente se animó a salir y a disfrutar de las últimas actividades, entre las que se encontraban la comida en la calle, que contó con la asistencia de 500 personas