Se acerca el sorteo, la ilusión se dispara y los nervios también. Aunque había agotado los décimos han vuelto más números a doña Manolita y las colas también. Se apuran las compras en todas las administraciones. Las ventas han crecido más de un 15% respecto a las navidades pasadas. En las colas algunos casi saborean ya el gordo, otros no confían nada y hay quien ya se llevó un buen pellizco en Navidad. Algunos confían en sus números, pero todos entran en el bombo, hasta el cero puede tocar.