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Amor Domínguez/ Irma Collín

Martes de Campo: La tradición que une a vecinos y trabajadores de un céntrico obrador ovetense

Ana Álvarez y Marga Coto llevan quince años ayudando a envolver los bollos preñaos que luego se venden debajo de su casa

Son las seis de la mañana y en el obrador de La Masera de Vetusta de Oviedo ya ha entrado a trabajar el segundo turno de panadería. Hoy de aquí saldrán casi 14.000 bollos preñaos de los que la mitad se repartirán entre los socios de la Balesquida. El Martes de Campo les supone casi 15 horas de trabajo con la satisfacción de "volver a la normalidad" tras un año marcado por la pandemia. "El año pasado no hubo fiesta en la calle pero sí en casa y nosotros batimos records de venta", explica Fidel Antonio Gómez. Aquí están acostumbrados a optimizar al máximo sus instalaciones. "En Premios Princesa llegamos sacar de aquí casi 32.000 piezas de pan". Familiares y vecinos ayudan a sacar el trabajo adelante. "En fechas como ésta los vecinos suelen venir a echarnos una mano, es una tradición", explica Fidel. Ana Álvarez y Marga Coto llevan quince años envolviendo bollos preñaos. "Es imposible no bajar a ayudar con el olor a chorizo que sube por las escaleras", bromea Marga. El obrador ocupa los bajos de su portal en la plaza del Ayuntamiento. "Echamos una mano y desayunamos bollo calentín, luego yo ya ni lo pruebo", asegura Ana. "Yo empecé por ocupar el tiempo y el año pasado que no pude bajar lo eché mucho en falta", asevera Marga.

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