El aguaducho del Campo es historia. Técnicos municipales lo han derribado esta mañana para dejar el espacio libre a la instalación de otra estructura que sustituya a la del ya antiguo puesto de agua y refrescos, de más de 30 años. Será un nuevo local hostelero, algo más grande, más moderno, de materiales más duraderos y que responderá a una de las demandas históricas para el pulmón verde de la ciudad: contará con unos baños en su parte trasera.