La lluvia que por momentos caía con fuerza no frenó las ganas de fiesta. Las sombrillas de las casetas se convirtieron en refugio y punto de encuentro para los que hoy han salido a celebrar el día grande de San Mateo. Desde las diez de la mañana la Sociedad Ovetense de Festejos repartió 2.000 bollos preñaos y otras tantas botellas de vino de Cangas, "por segundo año consecutivo", explicó Alfonso Camba, presidente de la SOF. El campo San Francisco sigue siendo el lugar elegido por la mayoría para disfrutar en familia de la comida al aire libre. "Tenía pensado ir al parque pero con las lluvia igual vuelvo a casa", detalla Itziar Tuñón. Esta joven ovetense es una de las pocas que se animó a poner el traje de asturiana. "Me parece muy bonito y tenía muchas ganas de ponerme uno. Este lo alquilé pero igual me animo a hacerme uno a mi gusto". El pequeño Diego Selles también disfrutó de su primer San Mateo vestido de asturiano. "Siempre nos vestimos y aunque llueva me apetecía ponerle el traje", explicó su madre. Ángela Álvarez, Josefina de la Vega y Marcelino Gallego comen el bollo todos los años en la plaza de España. "Empezamos a venir hace cuarenta y tres años. Ponemos el mantel en un banco y pasamos la mañana. Este año cambiamos el sitio para refugiarnos de la lluvia debajo de este árbol".