El nuevo sistema incorpora una mezcladora informatizada y alimentada por placas solares y baterías con lo cual las pintadas son eliminadas de forma inmediata con la aplicación del mismo color. El método de actuación, han explicado los operarios, “consiste en la aplicación de una base de imprimación de pintura especial para tapar el grafiti y, una vez seca la base, se aplica la pintura del mismo color original de la pared, con brocha o con rodillo. Para obtener el color a emplear, se capta el mismo de la pared del grafiti con un colorímetro, posteriormente se introduce en una aplicación, que portan los operarios de limpieza en sus móviles y usando un software específico con 16 tintes sobre una base blanca, se obtiene el color con una máquina tintométrica portátil y un mezclador giroscópico que homogeniza los tonos”.