Seis efectivos de la unidad de caballería de la Policía Nacional se han desplazado hasta Asturias para vigilar la vigilancia durante las fiestas de San Mateo. Tienen experiencia en el control de las zonas con más aglomeraciones de gente y su gran ventaja es la visibilidad que les da recorrer las calles a lomos de un caballo. "Desde el caballo tenemos una visión más amplia que una patrulla normal", aseguran. Su presencia no ha pasado desapercibida entre los que esta tarde paseaban por las zonas de chiringuitos de Oviedo. "La gente nos pide fotos y algunos niños nos dicen que quieren ser policías como nosotros", explican.