La resaca de la Noche Blanca de Oviedo ha dejado un lunes negro para los vecinos de la Calleja de la Ciega, uno de los rincones ocultos más llamativos de la capital del Principado. Los residentes en este pequeño pasaje, donde comparten espacio varios profesionales y particulares en sus locales, y cuyo acceso está habitualmente cerrado al paso con una verja se encontraron, al comenzar la semana con un montón de basura a lo largo de la vía. Cervezas, latas, bolsas de plástico para el hielo, botellas y alguna caja de cartón daban pistas del botellón de debió de seguir a la intervención del colectivo Artea, que llenó la Calleja con Leds y sonidos inmersivos con su instalación "Lineal". Los vecinos llevan desde hace tres días llamando al Ayuntamiento para que manden a alguien a limpiar la calle, y aunque les han dicho que lo iban a hacer de forma inmediata, todavía siguen esperando.