La romería del Carmín de Pola de Siero que se celebra hoy aspira a ser una fiesta más limpia, la más organizada y que atraiga a un público de todas las edades. La nueva junta directiva de la Sociedad de Festejos ha puesto todo el empeño en minimizar el impacto ambiental evitando también la habitual imagen del día posterior, con los praos de La Sobatiella llenos de basura. "Y, sobre todo, lo que queremos evitar es que la gente se tropiece con las botellas y la porquería porque muchísima gente se corta y el mayor colapso del hospital de campaña son, precisamente, los cortes", explica la presidenta de la Sociedad de Festejos, Lucía Noval.

Para ello, se han dispuesto puntos de recogida identificados cada 40 metros y, para que a ningún romero se le olvide, recibirán una bolsa de basura en la entrada del recinto. Además, habrá un dispositivo de limpieza que peinará el prau durante toda la tarde. "Esta medida, por un lado facilita la recogida, reduce el riesgo de cortes durante la fiesta e impide que bolsas y otros residuos se dispersen por el entorno". Además, tal y como añade Noval, los residuos de la fiesta dejan el prau destrozado y las tareas de limpieza solo se pueden hacer de forma manual, durante varios días de trabajo y supone uno de los mayores gastos al que se enfrenta la organización. "Al día siguiente no hay quien lo levante de la hierba, macera con todo lo que se escancia y se pudre el suelo. Sin olvidar la imagen que damos", añade la presidenta.