La subida de la luz ha disparado el precio de la fabricación de los tarros de miel. De seguir así, negocios como el de Carolina tendrán que cerrar. Carolina Molina regenta la mielería La Duquesa y asegura que lleva cuatro meses buscando tarros de miel, pero que le cuesta encontrarlos. Porque la factura energética ha hecho que muchas fábricas dejen de fabricar los botes de cristal o vidrio que almacenan la miel. Cuesta más producirlos que el beneficio que se saca por venderlo. Y es que el repunte del precio de la energía afecta a todos los sectores. José Vega, del obrador Horno del Progreso, en febrero pagaba dos mil quinientos euros de gas, ahora esa cantidad se ha cuadriplicado y paga unos ocho mil euros. Los pequeños empresarios se ven sin alternativas y piden auxilio al Gobierno.