La reina Isabel II de Inglaterra falleció el pasado 8 de septiembre en el castillo de Balmoral (Escocia). Después de un comunicado previo que alertaba sobre su delicado estado, la soberana dio su último suspiro en la tarde de ese día, rodeada de una parte de su familia, con el ahora rey Carlos III y su hermana, la princesa Ana. Así se decía adiós a toda una era con ella como auténtico estandarte durante 70 años de reinado. Hoy, por fin, se ha conocido exactamente el motivo de su muerte.