Amets y Sara fueron asesinadas por su padre la tarde del 27 de noviembre de 2014 en el piso de este en San Juan de la Arena (Soto del Barco), en las horas que la juez había estipulado que podía estar con las niñas. El parricida se suicidó después del crimen. Bárbara García, la madre de las niñas, de 7 y 9 años, lleva ocho años tratando se salir adelante, seguir con una vida que, de alguna forma, también le arrebataron esa trágica tarde del 27 de noviembre de 2014. Su objetivo es que el recuerdo de Amets y Sara siga vivo. “Me gusta hablar de mis hijas, no de lo que les pasó ni del morbo, sino de ellas, de cómo sería ahora”, explica a LA NUEVA ESPAÑA.