Jessica Grullón Jiménez tiene 25 años y un discurso contundente: "Nací en la República Dominicana y conozco de primera mano las consecuencias del machismo. En Latinoamérica tu marido te puede pegar si no tienes hecha la comida cuando él llega a casa o si no vistes de la manera adecuada. En mi casa lo viví porque mi madre sufrió malos tratos". Esta estudiante de Administración y Finanzas puso voz a uno de los testimonios de seis mujeres de disntintos ámbitos que reflexionaron sobre el 25N en el IES Doctor Fleming de Oviedo. La iniciativa partió de Inés Villaverde profesora del centro y coordinadora del proyecto Radio Prestosa, un proyecto educativo que, entre otras cuestiones, ahonda en aspectos de actualidad para hacer reflexionar a los alumnos. "Yo creo que a las mujeres se les exige más en el ámbito doméstico, yo no encontré ningún obstáculo por mi género pero si creo que es fundamental contar con un entorno que te apoye", explica Mónica Roces Pérez, conserje del IES Doctor Fleming. "Yo creo que aunque ha habido avances todavía queda mucho poso de machismo en la sociedad. Yo trabajé como mozo de cuadra aquí en Oviedo, era un mundo de hombres y tuve que demostrar mucho más que mis compañeros varones", asevera María Jesús Fernández, limpiadora en el centro. "A veces son pequeñas cosas sobre las que se podría hacer más en el ámbito de la familia o de las aulas porque muchas veces el maltrato no es físico. A mí la psicología, por ejemplo, me ha ayudado a crear barreras para que nadie pueda quitarme mis derechos. El machismo provoca un desgaste muy fino y yo lo acabo de vivir con una compañera y los celos de su pareja hacia el entrenador del gimnasio", añade Jessica Grullón. "La labor de los centros educativos es fundamental para atajar el problema desde los inicios", apunta Marta Fernández Prieto, jefa de secretaría del IES. De cara al futuro es importante no dar pasos atrás y tener la vista puesta en nuevos ámbitos, como las redes sociales, desde los que se puede generar violencia. "Los padres y los profesores hacemos un puente entre la sociedad y la escuela, lo más preciado que tiene cualquier familia son sus hijos. Nosotros queremos hacer un puente para llegar a una vida feliz, cada uno vamos poniendo ladrillos y creo que los jóvenes ya están cruzando este puente y aportando muchas de las baldosas con las que se construye", sentencia la profesora Carlota Sánchez del Tío.