Alejandro Sanz ha sido objeto de numerosos titulares en las últimas semanas por una supuesta situación económica límite en la que se le reclamarían hasta tres millones desde Miami, donde el cantante habría sido declarado en rebeldía por la justicia. Según las mismas informaciones, el madrileño habría sido interceptado durante los actos de los Latin Grammy en Sevilla para entregarle una notificación de embargo.  El intérprete de No es lo mismo ha vuelto a abordar el asunto este jueves a través un comunicado emitido por Seitrack España, la agencia de representación del artista en el país. Ofreciendo su versión de los hechos, Sanz ha negado que recibiera cualquier tipo de requerimiento judicial durante su estancia en Sevilla y va más allá al afirmar que "no existe ninguna decisión judicial, ni tributaria, que condene u obligue a D. Alejandro Sánchez Pizarro a pagar cantidad alguna por ningún tipo de deuda, ni a embargarle ninguno de sus bienes".