Oviedo

La Brigada Central de Salvamento Minero ha sido distinguida con el galardón de «Asturiano del mes» de mayo de LA NUEVA ESPAÑA por su arrojada y sacrificada intervención en la extinción del incendio del pozo María Luisa, en Langreo. El fuego originado en la emblemática explotación generó una nube de monóxido de carbono que intoxicó a 140 personas y obligó a desalojar de sus casas a más de 700. El reconocimiento de LA NUEVA ESPAÑA también valora la dilatada trayectoria del cuerpo (fundado en 1912) y su participación en numerosas operaciones de rescate dentro y fuera de la región.

El exitoso bagaje de la Brigada de Salvamento Minero la ha convertido en un referente como equipo de rescate de élite. El pasado mes, el director general de Protección Civil del Ministerio del Interior, Francisco Velázquez, anunció en Langreo la firma de un convenio con Hunosa para que la Brigada y el personal de seguridad de la firma hullera impartan cursos formativos a especialistas de emergencias de todo el país: bomberos, guardias civiles, policías y militares. En la misma visita, el responsable gubernamental anunció que Interior ha iniciado los trámites para conceder a la Brigada la medalla al mérito a la Protección Civil por su «heroica» actuación en el incendio de María Luisa. En mayo también se suscribió otro convenio entre Hunosa y el Principado para estrechar la colaboración entre la Brigada de Salvamento y el servicio de atención médica urgente (SAMU) en casos de emergencia.

El cuerpo de rescate minero está formado por voluntarios que trabajan en el sector carbonero y que destacan por su sólida preparación. La unidad está compuesta por 29 miembros distribuidos en seis equipos y repartidos en tres turnos, según la siguiente clasificación: un jefe de Brigada, dos jefes de turno, un responsable de mantenimiento, 20 brigadistas, 3 conductores, un médico y un auxiliar ajeno a la empresa. Los brigadistas trabajan un mes en la mina y otro en el cuerpo de salvamento. Tienen su base de operaciones en las antiguas instalaciones del pozo Fondón, en Sama, donde se someten a un intenso programa de simulacros y entrenamientos.

La Asociación de Salvamento en las Minas -organismo sobre el que se asienta el cuerpo de rescate- está integrado por doce empresas, aunque la aportación principal de la Brigada, tanto en recursos económicos como en profesionales, procede de Hunosa. El equipo de salvamento minero está presidido por Juan José Fernández, director de seguridad de Hunosa. El jefe de operaciones del cuerpo es Santiago Suárez.

Los miembros de la Brigada son expertos en emergencias vinculadas al ámbito minero, aunque también están especializados en otros tipos de actuaciones. En concreto, el cuerpo está formado y equipado con recursos específicos para intervenir en el rescate de víctimas de derrumbamientos; control ambiental y manejo de atmósferas irrespirables; extinción de incendios en espacios interiores con equipos de respiración autónoma de duración prolongada; rescate en altura o en zonas de difícil acceso, y auxilio a accidentados.