Madrid, Módem Press

El Partido Popular no suscribió el acuerdo sobre economía y empleo que propuso ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la IV Conferencia de Presidentes que se llevó a cabo ayer en el Senado y a la que, por primera vez, acudieron empresarios y sindicatos. Las siete comunidades del PP más Ceuta y Melilla se abstuvieron en la votación sobre el punto que fue, sin duda, el que suscitó la gran controversia de la cumbre autonómica celebrada en Madrid.

Zapatero atacó con dureza tras la Conferencia, que finalizó pasadas las nueve de la noche, a los presidentes autonómicos del PP y les acusó de no responsabilizarse en la lucha contra la crisis por su «interés partidista». «Necesitan», aseguró, «mucha más lealtad y madurez institucional con España». Para Zapatero, el PP necesita una «altura política de la que carece», ya que según explicó «hemos incorporado al documento el 80% de las propuestas que han realizado y ni así ha sido posible un acuerdo». Desde el PP se hablaba de «tomadura de pelo, desconsideración y falta de lealtad» por haber presentado una propuesta de acuerdo a las 3 de la tarde y se insistía en no considerar su abstención en la votación de «portazo».

Nada más retomarse la sesión vespertina, los presidentes del PP dejaron claro que no iban a aceptar la propuesta lanzada a última hora de la mañana por Zapatero. En ella Moncloa proponía un acuerdo sobre empleo, que básicamente consistía en impulsar una reforma laboral a partir del diálogo social y un programa de coordinación entre todas las administraciones; compromiso de rebajar el déficit público de las administraciones públicas -que en la actualidad ronda del 9,5%- hasta el 3% en el año 2013, además de otros acuerdos de menor calado y dos declaraciones institucionales, una sobre la presidencia española de la Unión Europea, que se desarrollará en el primer semestre del año próximo, y otra contra la violencia de género, que sí fueron aprobadas por unanimidad.

La negativa de las comunidades del PP a suscribir el acuerdo planteado por el Gobierno ya había sido adelantada al finalizar la sesión matinal por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el de la Rioja, Pedro Sanz. «Esperábamos mucho más de esta Conferencia de Presidentes y no podemos acompañar a un Gobierno que no sabemos a dónde va», afirmaron. Según el presidente gallego, Rodríguez Zapatero «ha planteado un plan de imagen de sí mismo más que un plan para España», mientras que el máximo mandatario riojano aseguró que la Conferencia de Presidentes «sólo» servía para «hacernos una foto con el Rey en la que todos salimos más o menos guapos. Del contenido, nada». Los barones socialistas, como el castellano manchego Leopoldo Barreda o el andaluz José Antonio Griñán, reprocharon al PP acudir al Senado a hacer una política «sectaria y partidista» y «no a ayudar a salir de la crisis».

Lo cierto es que la sesión de la tarde fue, en algunos momentos, acalorada por lo encontrado de las posiciones y, pese al empeño del presidente Rodríguez Zapatero fue imposible el acuerdo, tal y como ya se preveía.