Ismaíl Kadaré habla en una novela de los estados muertos (antiguas satrapías, reinos de bajás y rajás, mandarinatos varios) que un día salen de su tumba y reviven. Conviene en todo caso que el regreso sea bajo forma sólo simbólica. Desde ese punto de vista, ¿no sería buena una Monarquía para Europa? Se me ocurre al ver los datos de una encuesta sobre futuras reinas europeas, en la que destaca la Princesa Letizia. Mis queridos republicanos pueden asesinarme, pero Europa necesita a toda prisa algún símbolo de unión. En Letizia se junta el vínculo (aunque sea por matrimonio) con las grandes casas reales de Europa, de Habsburgos a Borbones, y sus propias raíces en la clase media-media urbana hoy reinante. Por políticamente incorrecto que sea, y vista la ineptitud de Europa para construir su simbólica, yo me sentiría más europeo con Letizia como reina, y sede, por ejemplo, en Estrasburgo.