Oviedo, L. Á. VEGA

Golpear a un sanitario sale caro. Que se lo pregunten a una mujer de 46 años, M. C. L. P., que se enfrenta a una condena de dos años de prisión por dar una torta a una auxiliar de clínica del área de urgencias del Hospital Central en un arrebato porque no la atendían con la rapidez que ella creía que su caso merecía. El fiscal considera los hechos como un delito de atentado. En ese momento, el personal sanitario ya contaba con el tratamiento de autoridad pública, motivo por lo que los hechos no se juzgan como si se tratasen de una simple agresión.

Los hechos se produjeron el día de Navidad de 2007, sobre las cinco y media de la tarde, cuando la presunta agresora intentó entrar en el área de urgencias. La auxiliar la detuvo y le dijo que esperase, que la atendería en cuanto pudiese, ya que en ese momento tenía que estar con los familiares de una persona que había fallecido. Según el escrito de acusación, la acusada reaccionó de forma violenta, diciéndole a la auxiliar que era una incompetente.

Fue en ese momento cuando la acusada, según el ministerio público, le dio un golpe con la mano a la enfermera. La mujer se recuperó sin secuelas en una semana, después de la primera asistencia médica, y no estuvo incapacitada para realizar su trabajo.

Aparte de los dos años de cárcel por el delito de atentado, el fiscal solicita 180 euros de multa por una falta de lesiones y el pago de una indemnización a la agredida por importe de 210 euros.