Oviedo,

R. LÓPEZ MURIAS

Ciento veintiséis viajeros, la mayoría asturianos, quedaron ayer atrapados durante casi tres horas en el tren Alvia que cubre la ruta entre Madrid y Gijón y que partió de la capital española a las siete menos diez de la mañana.

La avería se produjo a las nueve menos cinco de la mañana al realizar el tren el cambio de ancho de vía en la estación de Campo Grande, en Valladolid, lo que provocó que el convoy quedase parado en la vía a pocos kilómetros de la estación, en medio de un descampado. Aunque los técnicos intentaron resolver el problema, fue necesario cambiar de tren para seguir el trayecto. Los pasajeros no pudieron apearse del convoy hasta que el conductor logró llevar el tren, marcha atrás, hasta la estación vallisoletana. El cambio de tren se produjo a las doce menos diez del mediodía.

Los más perjudicados con este percance fueron los pasajeros que viajaban a Gijón, que, además de llegar a Oviedo con un retraso de casi tres horas, tuvieron que esperar media hora más para tomar una combinación hasta Gijón, ya que el tren que puso Renfe para sustituir al averiado terminaba la ruta en Oviedo. «Yo tenía un tema judicial en Gijón a las dos de la tarde y no llego, ahora no sé qué es lo que tengo que hacer», comentaba una viajera nada más apearse en Oviedo.

La compañía se limitó a explicar por megafonía, tras más de una hora de parada, que había una avería en el tren y que se iría avisando a los pasajeros de las soluciones que se iban a adoptar. Además, fue el camarero de la cafetería el que explicó a los pasajeros que había que esperar a la llegada de otro Alvia para restablecer el servicio.

Los viajeros, enfadados ante la falta de información y agobiados por no poder bajarse del tren, no tuvieron más remedio que aguantar el retraso sentados en sus asientos las casi tres horas que se tardó en llevar el tren a la estación de Valladolid. Algunos optaron por fumar en el hueco que queda entre los vagones, saltándose la normativa. El tren que debería haber llegado a Oviedo a las once y veintiséis minutos hizo su entrada en la estación pasadas las dos de la tarde. Renfe devolverá a los afectados el cien por ciento del importe del billete por los retrasos acumulados. Además, la compañía sirvió comida y bebida gratis para hacer más llevadero el viaje a los afectados, incluso entre los que viajaban en clase turista. Además, la compañía se disculpó por el incidente. Renfe asegura que en este caso, la avería nada tuvo que ver con los problemas que se dan en los rodales cuando hay heladas.