Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Las críticas del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, a la política económica que desarrolla el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no encontraron ayer réplica oficial en el socialismo asturiano, cuya dirección, al igual que la de Izquierda Unida (IU), no quiso comentar las opiniones del prelado. Las críticas al máximo responsable de la Iglesia asturiana llegaron del ámbito sindical, especialmente desde UGT, cuyo secretario general, Justo Rodríguez Braga, aseguró que el «objetivo» del prelado es «descabalgar al Gobierno para que vuelva la derecha». Por su lado, el presidente regional del Partido Popular, Ovidio Sánchez, católico practicante, respaldó totalmente al Arzobispo.

A «título personal y como ciudadano», Jesús Sanz Montes aseguró el lunes que aprecia «cierto desnortamiento» en un Ejecutivo que, a su parecer, ha anunciado medidas «escasas», que llegan «demasiado tarde» y que le son impuestas desde fuera. Además, se mostró «extrañado» de que en crisis haya ministerios que «no son necesarios y que, sin embargo, parecen intocables». Antes de entrar en el Seminario Conciliar de Toledo, en 1975, cuando contaba 20 años, el Arzobispo cursó estudios universitarios de Economía y de Derecho Administrativo, compatibilizándolos con el trabajo en un banco.

Aunque también está en contra de las medidas anunciadas por el Gobierno de Zapatero, el sindicalista Justo Rodríguez Braga criticó con dureza la toma de posición del prelado asturiano, al que, a su juicio, «se le ve el plumero». Tras acusarlo de trabajar en favor del regreso de la derecha al Gobierno de la nación, el secretario general de la UGT de Asturias afeó a Sanz Montes que «se meta en un tema político y laboral de forma poco equilibrada, defendiendo más los intereses de la derecha que lo social, y sin decir nada contra el capital y los especuladores, que fueron quienes provocaron esta situación». Rodríguez Braga también echó «en falta» que el prelado «no haya criticado a la oposición, que no está ayudando a salir de la crisis», y subrayó que «ya le gustaría parecerse a Gabino Díaz Merchán», arzobispo emérito que siempre destacó por un intenso compromiso social.

Antonio Pino, secretario general de Comisiones Obreras (CC OO) de Asturias, también se mostró en desacuerdo con las valoraciones de Sanz Montes, aunque de forma más parca que Braga. «Preferimos un tipo de arzobispo más social», aseguró el dirigente sindical.

Por su parte, Ovidio Sánchez, presidente del PP asturiano, aseguró que está «totalmente de acuerdo» con las opiniones del arzobispo de Oviedo, que su juicio, contra la valoración sindical, «se sitúa por encima de la lucha política partidista, muy cercano a la calle y a los problemas de la gente». El presidente del PP asturiano también valoró «muy positivamente» el «estilo pastoral» del titular de la diócesis, al que identifica con «la iglesia de hoy en día, metida en harina, bien atenta a lo que ve y a lo que le llega para opinar sobre ello, pero sin cortapisas y con la máxima independencia».