Oviedo, L. Á. VEGA / Agencias

El Ministerio del Interior continúa con su política de acercamiento al País Vasco de los etarras críticos con la banda. La etarra Milagros Yoldi Múgica, que se encontraba en la prisión asturiana de Villabona, ha sido trasladada a Nanclares de Oca, en Álava, tras renunciar a la violencia. En esta prisión se concentran algunos de los etarras que han decidido romper con la banda y que pueden salir a la calle en breve, tras pedir perdón por sus crímenes. El colectivo de presos acaba de expulsar a tres de sus miembros, internos de Nanclares, por actuar al margen de la disciplina de ETA. Se trata de Aitor Bores, Caride Simón y Koldo Carrasco, integrantes históricos. En total, son cien los presos etarras que ya han renunciado al terrorismo.

Con la marcha de Milagros Yoldi y el traslado a La Lama (Pontevedra) de la etarra Idoya Martínez García, queda en la prisión de Villabona, según datos del pasado 7 de octubre, un total de 21 etarras, entre los que se encuentran algunos de los que llevan más tiempo en la cárcel, como Félix Zabarte Jainaga, encarcelado desde hace 25 años. Villabona, junto a la de Zuera, en Zaragoza, es una de las cárceles que está utilizando el Ministerio del Interior para «premiar» a los etarras díscolos, como paso previo a su traslado al País Vasco.

En Villabona estuvo hasta este año Valentín Lasarte, uno de los primeros presos etarras en romper la disciplina de la banda, al aceptar un puesto en el economato de la cárcel. Fue trasladado a El Dueso (Cantabria) tras un incidente con otros presos en el economato, que llevaba junto a Ignacio Recalde, a su vez trasladado a Nanclares. Ambos fueron expulsados de ETA. En Villabona se trabaja cerca de las familias de los presos para convencerles de que lo mejor es abandonar la banda.

Milagros Yoldi, alias «Mila», fue trasladada a Nanclares en septiembre, condenada a dos penas de ocho años cada una por los secuestros del abogado Cosme Delclaux y del empresario José María Aldaya. Yoldi fue trasladada a Villabona junto a su compañero sentimental, Francisco Javier Ramada Estévez, alias «Vera». Mientras su novia ha sido acercada al País Vasco, Ramada está ahora en Murcia.

En cuanto a los expulsados, dos de ellos, Koldo Carrasco y Caride Simón, fueron los primeros en firmar una carta apuntando la posibilidad de pedir perdón a las víctimas. Carrasco y Aitor Bores comparten desde el verano un abogado ajeno al colectivo de presos. ETA ha sopesado detener las expulsiones para evitar una imagen de debilidad.