Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

La intervención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el acto que el PSOE celebró el sábado en el barrio ovetense de La Corredoria, recibió ayer un aluvión de críticas tanto del PP como de IU. Ambas formaciones afearon al jefe del Ejecutivo su «falta de compromisos concretos» con la región, tanto en lo que se refiere a nuevas inversiones como a los calendarios para la conclusión de las grandes obras pendientes. En la presentación de los candidatos socialistas asturianos para los comicios municipales y autonómicos del próximo mes de mayo, Rodríguez Zapatero anunció que mantiene los plazos previstos para la llegada del AVE a la región y que la Autovía del Cantábrico estará «cuanto antes», comprometiendo «más esfuerzos, si fuera necesario». Demasiado poco para IU y para el PP.

«Es una ofensa que Zapatero se presente en la región, tratando de engañar una vez más a los asturianos y olvidando que es la misma persona que se comprometió a eliminar el peaje del Huerna, que anunció el AVE y la Autovía del Cantábrico para 2009, o quien prometió inversiones en el aeropuerto y una larga lista de cuestiones pendientes», señaló la candidata del PP, Isabel Pérez-Espinosa, en una primera valoración sobre el discurso presidencial. Tras recordar que el jefe del Ejecutivo «no ha sido capaz de concretar ningún plazo ni inversión», la dirigente popular criticó que, «en el colmo del cinismo, obvia que es precisamente él quien tiene paralizadas las obras fundamentales de Asturias, permitiéndose el lujo de acuñar una nueva forma de medir los plazos de ejecución, que es el cuanto antes».

«Los asturianos, si no queremos que la región siga por la senda del despilfarro, del abuso, del descontrol, del paro y de la falta de respeto permanente, sólo tenemos un camino: apoyar el cambio y la regeneración política, económica y social que el PP representa en Asturias y en España», señaló Pérez-Espinosa. A su juicio, «el triunfalismo de Zapatero, de Areces y del propio Javier Fernández es una falta de respeto a los asturianos», dentro de un mitin que calificó de «reunión de viejos amigos obsesionados por mantenerse en el poder».

Para Pérez-Espinosa, «defender que Areces ha sido un gran presidente, conociendo la herencia que nos deja y cómo lo estamos pasando los asturianos, es una ofensa a la inteligencia». Y, a partir de ahí, subrayó: «Defender que el futuro de esta tierra pasa por el continuismo en la persona del jefe político y cómplice de Areces durante todos estos años desvela una forma de entender y de hacer la política con dramáticas consecuencias y muy alejada de los ciudadanos».

Por su lado, Jesús Iglesias, candidato de IU, subrayó que Rodríguez Zapatero «obvió los problemas de Asturias y no comprometió ninguna acción del Gobierno de la nación». A su juicio, «resulta sarcástico» que el Presidente «diga que va a cumplir los plazos de las grandes obras, cuando ya se han incumplido todos los calendarios previstos». En esta línea. añadió que, «como ahora Fomento ya no da ni plazos para no incumplirlos, cada día se hace más cierto que las obras se terminarán cuando Dios quiera».

«La intervención de Rodríguez Zapatero no tuvo nada de positivo», indicó Jesús Iglesias, para quien el discurso del sábado fue, simplemente, «de ánimo a la peña, a sus militantes».

El coordinador regional de IU y candidato a la Presidencia de Asturias acusó a Zapatero de «intentar tapar, de forma deliberada, los problemas de Asturias con una cuestión de menor importancia, como es la división de la derecha». En el orden de política nacional, Iglesias vio «claro» que el Presidente «vino a Asturias para ratificar las políticas antisociales que ha desarrollado, escudándose de forma poco elegante en los sindicatos».