Oviedo, Pablo GALLEGO

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no da la batalla electoral en Asturias por perdida. «El partido está por decidir, y yo estoy muy esperanzado», afirmó ayer en el Palacio de Congresos de Oviedo, ante las aproximadamente 1.300 personas reunidas para escucharlo. A las once de la mañana, en un mitin más madrugador de lo que suele ser habitual, Rajoy pidió a los suyos que hagan «el mayor esfuerzo posible» para lograr que, el próximo domingo, la candidata del PP a la Presidencia del Principado, Mercedes Fernández, logre un resultado electoral que le permita competir por el Gobierno regional.

La mujer llamada a recuperar para el PP el voto de la derecha en Asturias tendrá, dijo, el «apoyo incondicional del Gobierno central». Sólo ella y el PP pueden, aseveró Rajoy, «acabar con la parálisis de los últimos gobiernos que ha habido estos años». Ni el PSOE, del que el presidente dijo que no ha sido «austero» y «no ha sabido resolver los problemas de los ciudadanos», por lo que no merece su confianza, ni Foro Asturias.

Sin nombrar directamente al partido que gobierna el Principado ni a su líder, Francisco Álvarez-Cascos, Rajoy aseguró que el actual jefe del Ejecutivo regional «ha dilapidado en siete meses la confianza que le dieron muchísimos ciudadanos». «Un dirigente político no está para quejarse, ni para decir lo malos que son los demás y lo mal que lo tratan, sino para coger el toro por los cuernos, hablar con la sociedad y ganarse su respaldo», sentenció. «La gente tiene que castigar al que hace mal las cosas», añadió.

En un acto más frío de lo que Rajoy está acostumbrado en sus visitas a Oviedo -sus dos últimos mítines en el mismo auditorio fueron multitudinarios-, el presidente del Gobierno lamentó que el Principado esté de nuevo en campaña electoral. «Los dirigentes políticos están para resolver problemas, que es para lo que se les vota, y no para crearlos», explicó, «y cuando no hay mayorías se pacta y se acuerda, se habla y se dialoga», añadió. Un mensaje directo al jefe del Ejecutivo regional, responsable último, según los populares, de que Asturias se enfrente el 25-M a la tercera cita con las urnas en diez meses.

A pesar de las críticas a Foro, rival del PP en la pugna por el control de la derecha en Asturias, los mensajes más duros del mitin fueron contra el Partido Socialista. «Han gobernado Asturias durante muchísimos años, casi siempre, y los resultados a la vista están: nos están obligando a todos a hacer un esfuerzo enorme, y quien ha gobernado así no merece el apoyo de los ciudadanos», aseveró. «Han sido incapaces de decir que están orgullosos de la labor que han hecho, porque no es la que merece Asturias, y por eso no deben gobernar», insistió de nuevo Rajoy.

Ante la plana mayor del partido en Asturias, el presidente del Gobierno sentenció que el PP «se ofrecía a los asturianos para gobernar». Tras doce años de ejecutivos socialistas, otros -Foro Asturias- «tuvieron una oportunidad y no la han aprovechado. La tuvieron, y la gente fue muy generosa con ellos, pero no la han aprovechado», afirmó. Para solucionarlo, sugirió Rajoy, está Mercedes Fernández, «Cherines», recuperada para la política con el triunfo en las elecciones generales del pasado 20 de noviembre. Y el PP de Asturias contará con el «apoyo total y absoluto» del Gobierno y de la dirección nacional del partido.

«Cherines tendrá la interlocución, el apoyo y las decisiones justas del Gobierno de la nación», afirmó Rajoy, en su trabajo como presidenta. Como ya sucedió en el Congreso que los populares celebraron en Sevilla el mes pasado, el líder del PP prefirió destacar las cualidades de Cherines como gobernante, sin afirmar en ningún momento que la suya fuese a ser la candidatura ganadora el próximo domingo. Rajoy dijo que quería para Asturias un Ejecutivo «con el que nos podamos entender, con el que podamos trabajar juntos con un mismo objetivo: crear empleo y mejorar el bienestar de los asturianos», aseveró. El Ejecutivo de Cherines. «Hay muchas mujeres que son hoy presidentas, y ninguna lo ha hecho mal», apostilló.

La práctica totalidad de las comunidades que celebraron elecciones el año pasado -a falta de saber lo que pase el domingo en Andalucía, con el PP rozando la mayoría absoluta- y el Gobierno central están ya en manos de los populares. «Asturias no se puede quedar atrás, no puede convertirse en una isla en la España del cambio», advirtió. El resto fue ya una encendida defensa de las reformas realizadas ya por su Gobierno: «Las cosas empezarán a dar su fruto en su momento, pero si no se siembra. Jamás se va a cosechar», sentenció.