Oviedo, M. J. IGLESIAS

El tiempo típicamente otoñal que aterrizó en Asturias esta semana, con bajada de temperaturas y un fuerte temporal de viento, frío y lluvia, ha dejado también las primeras nieves en las montañas de Somiedo, que presentan el típico manto blanco de los meses más fríos del año. Pero la estampa blanca será pasajera, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que prevé un ascenso de los termómetros para los próximos días, hasta superar los 20 grados de máxima, y cielos poco nubosos.

La próxima semana comenzará con valores altos para la época del año en la que nos encontramos, que permiten hablar de un nuevo «veranillo», en el que confían los hosteleros para hacer negocio de cara al próximo puente de Todos los Santos, que se inicia el 1 de noviembre.

La Aemet prevé para hoy mínimas de ocho grados en Oviedo, similares a las de ayer, cuando los termómetros bajaron hasta los siete en la capital. Pero las temperaturas volverán a subir a partir de mañana y el lunes alcanzarán los veinte de máxima y los once de mínima.

La lluvia, que remitió en la madrugada del viernes, también brillará por su ausencia y se aleja, al menos hasta el próximo jueves, día en el que existe un setenta por ciento de posibilidades de que caigan precipitaciones en el Principado. De forma paralela, la cota de nieve seguirá subiendo y pasará de los 1.400 metros con los que finalizó la semana a 2.000 metros hoy, 2.400 el domingo y 2.600 a partir del lunes. Asturias vivió ayer una jornada de nubes y claros, sin lluvias y con vientos flojos de componente Oeste, que ya hacían presagiar la mejoría que se consolidará durante el fin de semana.

Las condiciones meteorológicas mejorarán de forma notable en el mar, donde remite el fuerte oleaje que azotó las costas de la región durante la semana. Si las previsiones se cumplen a rajatabla, los abrigos y los chubasqueros regresarán al armario por unos días, después de que las abundantes lluvias paliaran, en parte, la persistente sequía.