Oviedo, J. A. ARDURA

Tras los años de gran expansión urbanística en el área central de Asturias llega el momento de la reflexión. Un estudio multidisciplinar de la Universidad, que acaba de ser publicado por el Consejo Económico y Social del Principado, alerta de la necesidad de organizar los suelos en la zona central de Asturias y, sobre todo, reordenar los usos primarios tras un prolongado período de tiempo en el que el hormigón ha ganado terreno a las vegas más fértiles del centro de la región. El actual escenario económico, confuso, es el momento oportuno, según este equipo de trabajo formado por economistas, geógrafos y juristas expertos en derecho administrativo, para abrir un debate que permita reflexionar sobre la configuración de un territorio que aglutina 28 municipios y a más de tres cuartas partes de la población de Asturias.

El mundo urbano y el mundo rural de la zona central de Asturias han vivido de espaldas el uno al otro. El estudio «Espacio metropolitano y difusión urbana: su incidencia en el medio rural» aporta como principal novedad el análisis sobre la repercusión que ha tenido en el mundo rural del centro de Asturias el desarrollo urbanístico de los años anteriores, que se ha traducido en la creación de nuevas áreas residenciales y de importantes polígonos industriales. «El urbano y el rural son mundos enfrentados, se desconocen mutuamente. La transformación del territorio ha generado nuevas formas urbanas que se diluyen en el territorio, invadiendo espacios que pueden poner en riesgo las dinámicas del mundo rural. Todo esto provoca un escenario de confusión y de pérdida del territorio como potencial activo», destaca María Rosario Alonso, catedrática de Derecho Administrativo y una de las coordinadoras del estudio publicado ahora por el CES.

Áreas metropolitanas como la del centro de Asturias son, a juicio de los expertos universitarios, un enclave privilegiado de desarrollo. «Son nudos de una red global de intercambios económicos y sociales donde se juegan equilibrios de poder entre las élites económicas, que compiten para determinar usos y apropiarse de plusvalías. Todo esto ha alimentado el urbanismo de los últimos tiempos, muy poco preocupado por la ciudad ya construida y sus peculiaridades y, sobre todo, muy poco preocupado por su capital humano y social», valoró la coordinadora del estudio publicado por el Consejo Económico y Social.

El área central de Asturias, según indicó Rosario Alonso en la presentación del estudio, tiene en sus recursos naturales un gran activo. «No sólo por su biodiversidad y su paisaje, sino porque hay una red de espacios urbanos y rurales que es necesario ordenar desde su conectividad, tomando en consideración, fundamentalmente, las actividades primarias; es decir, las vinculadas al uso del suelo, como las agropecuarias, agroalimentarias y forestales, y no tanto las relacionadas con actividades de transformación urbanística, que en el actual escenario económico resultan inviables».

El estudio es el fruto de las aportaciones de José Alba (economista), Manuel Carrero (arquitecto), Aladino Fernández (geógrafo), Juan Manuel González-Carbajal, Jaime Izquierdo (geólogo y experto en medio ambiente), Fernando Mora (secretario del Ayuntamiento de Carreño y asesor de la Confederación Española de Polígonos Industriales), Fernando Rubiera (economista) y Ana Viñuela (economista). «Nos preocupa el futuro de nuestro territorio, que queremos más cohesionado», argumentó Rosario Alonso, que coordinó el estudio junto a José Manuel Pérez, también profesor de Derecho Administrativo en la Universidad.

El informe, cuya publicación ha contado con el apoyo de Cajastur, pone de manifiesto las principales puntos débiles del área metropolitana asturiana. «Un informe de este tamaño permite detenerse en muchos aspectos que presentan debilidades. Ha habido un incremento de la vulnerabilidad urbana; un acrecentamiento de la falta de cooperación entre las administraciones; un aumento de la desintegración social y una deficiente planificación en un marco estratégico de las potencialidades que el área central tiene como espacio urbano y rural, desde la complementariedad». El CES de Asturias ha elaborado con anterioridad informes sobre el sostenimiento de los sistemas de pensiones y de sanidad, entre otros.