Ni destitución directa ni petición de dimisión. El coordinador de IU en Asturias, Manuel González Orviz, no aplicará el código ético de la coalición -que obliga a dimitir a los imputados por corrupción política- en el caso del «número dos» del partido, Ángel González, diputado y portavoz en la Junta e imputado por un supuesto delito de prevaricación durante su etapa como viceconsejero de Bienestar Social. «El caso de Ángel González no es un caso de corrupción, no ha habido enriquecimiento ni beneficio», sentenció Orviz para justificar su decisión, «estamos hablando de un tema técnico». «Puede que haya metido la pata, yo lo dudo», insistió, «pero lo que no ha metido es la mano».

Con la presión interna del partido subiendo enteros desde que se conoció la imputación de González, Orviz no se limitó a exponer su punto de vista sobre el caso. También cargó con dureza contra quienes, a su juicio, «pretenden aprovechar esto para objetivos bastardos», aunque el coordinador prefirió no especificar a qué intereses o personas se refería. «Sabemos leer muy bien entre líneas, especialmente en esta organización», dijo. Su mensaje parecía dirigido al sector del partido que resultó perdedor en el consejo del que Orviz salió elegido como coordinador. También a parte de la militancia crítica integrada en el movimiento Voces para el Cambio -el principal valedor de Orviz en aquella asamblea-, que desde el viernes pasado, como ayer avanzó este diario, pide de forma insistente que González abandone todos sus cargos orgánicos en IU y su acta de diputado.

Más allá de la carta enviada a los coordinadores y al consejo político de IU, buena parte de los militantes estaba a la espera de saber qué iba a hacer Orviz. Sobre todo tras sus declaraciones, hace tres semanas, en las que pedía al PSOE que apartase cautelarmente de las responsabilidades que pudieran tener, «incluso de la propia militancia», a los imputados en procesos judiciales, como el diputado y ex alcalde de Cudillero Francisco González. «Es lo que procede en estos casos, sin prejuzgar las posteriores decisiones de los tribunales», dijo entonces. Fue ayer, en declaraciones a la prensa antes de participar en un acto contra los despidos en la Fábrica de Armas de Trubia, cuando Orviz aclaró que el código ético de IU se refería a los casos de corrupción política y que éste, a su juicio, no lo era.

Será mañana cuando la militancia de la coalición pueda, a través de quienes componen la presidencia colegiada del partido -compuesta por 45 miembros- expresar sus opiniones sobre el caso. Aunque, en la noche del sábado, los coordinadores de IU en Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres y Langreo pidieron a Orviz celebrar ayer esta reunión, por la urgencia y la gravedad del asunto, el encuentro se celebrará mañana, como estaba previsto inicialmente. «Me parece una canallada que se quiera utilizar esta cuestión para lo que no es», insistió el coordinador.

Tras conocer la decisión de Orviz de no aplicar el código ético de IU en el caso de Ángel González, varios militantes de Voces para el Cambio celebraron ayer un encuentro. Su idea, presionar para que el partido sea consecuente con su propia doctrina. En Oviedo se reunió el sector que apoya a Ángel González. El quid de la cuestión será determinar si el asunto por el que se ha imputado al portavoz parlamentario de IU es o no corrupción. «Tenemos en Asturias imputados y condenados, no por asuntos de corrupción, sino por una posición política y, por tanto, el código no se ha aplicado», advirtió ayer Orviz.