Oviedo, M. J. IGLESIAS

El sector hostelero asturiano mira más al cajero automático que al cielo. Los empresarios consultados por LA NUEVA ESPAÑA pronostican una regular campaña de Semana Santa con baja ocupación, más motivada por el aumento del desempleo y la progresiva pérdida de poder adquisitivo que por el mal tiempo, con frío y lluvia, que se espera desde hoy hasta el próximo lunes.

Lo corroboran con datos. El empresario Antón Puente, del Grupo Arcea, asegura que antes del estallido de la crisis en Asturias llovía lo mismo y los establecimientos se llenaban hasta la bandera. «Otros años lo habitual era tener los hoteles completos ya desde el fin de semana anterior a las vacaciones», indica.

Ahora las perspectivas son bien diferentes. «El nivel de reservas es muy bajo y no sabemos lo que pasará con las últimas horas, pero la cosa no pinta bien». Además, Puente, cuya cadena gestiona establecimientos en puntos tan dispares como la playa de la Franca, Cangas de Onís y Covadonga, no observa comportamientos diferenciados en virtud de las zonas. «Todo está igual de parado», indica.

El turismo rural, el gran brazo armado del sector en la región, también acusa el delicado momento económico. Las esperanzas están puestas en las reservas de última hora y en que se produzcan desplazamientos dentro de Asturias. «Las cosas están como el año pasado, que fue nefasto. Peor es difícil que vayan», indica Bernardo Alija, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur). A su juicio, saldrán mejor paradas las casas de aldea que se alquilan al completo. «Es lo normal, dependen de una sola llamada para llenarse, mientras que un hotel o unos apartamentos tienen otros condicionantes», explica. También confía en que alicientes como la reciente apertura del tramo Muros de Nalón-Las Dueñas de la autovía anime los viajes al occidente asturiano. Lamenta que los propios asturianos no aprecien lo que tienen más cerca. «En otras regiones es habitual pasar las vacaciones cerca del lugar de residencia, en Asturias esa costumbre no está tan arraigada», señala.

Por su parte, la Mesa de Turismo de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), que preside José Luis Almeida, prefiere realizar una valoración a posteriori, aunque las previsiones tampoco son muy halagüeñas.