La encarcelación de Luis Bárcenas, ex tesorero del PP, no preocupa a Francisco Álvarez-Cascos. «No tengo ningún elemento de preocupación en lo personal», recalcó ayer en Avilés. El presidente de Foro dice estar tan tranquilo como antes de que Bárcenas entrase en la prisión de Soto del Real: «Lo puedo repetir tantas veces como se me pida, más alto, no sé si con oratoria más brillante, pero no puedo decir nada distinto». No obstante, el pasado domingo, en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA, el ex juez Baltasar Garzón había lanzado sospechas sobre el ex ministro, «hay mucho que contar de él desde hace mucho tiempo, pero no voy a ser yo quien lo haga», dijo Garzón. «Pues que lo cuente», le replicó el presidente forista.

Álvarez-Cascos se amparó en que, a su juicio, «los políticos no deben analizar procesos judiciales, que competen a otro poder» para ser parco. Ni siquiera quiso referirse a la reacción del PP tras la entrada en la cárcel de su ex tesorero por sus millonarias cuentas en paraísos fiscales. «Sería un gesto inadecuado opinar sobre las actividades de otros partidos», dijo el ex dirigente popular, que tampoco quiso referirse a la imputación de la ex ministra de Fomento socialista, Magdalena Álvarez, por el caso de los ERE de Andalucía.

El presidente de Foro se extendió en una reflexión sobre la imagen de los políticos ante la proliferación de los escándalos de corrupción. Pero, a su juicio, estos casos «son como hojas secas de un árbol; el problema está en la raíz. No basta con cortar las ramas». Ese mal radical de la política reside en España, según Cascos, en que «han pasado los gobiernos y han engañado en el cumplimiento de sus programas electorales». Y contra ello sólo cabe «recuperar el valor de la palabra». «La pérdida de credibilidad es la raíz de esta crisis de valores», recalcó.

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