Un hombre perdió ayer la vida cuando trabajaba en las inmediaciones del monte Curula, en Grandas de Salime, según informó el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). El leñador murió tras quedar aplastado por un pino, debido a causas que se desconocen.

El hombre, de unos 60 años de edad, estaba trabajando para una empresa de maderas en una pista forestal grandalesa. Debido al fuerte impacto del árbol, el trabajador quedó inconsciente, si bien su cuerpo no quedó atrapado por el tronco.

El trágico accidente ocurrió en torno a las cinco y media de la tarde. Fueron los compañeros de la víctima quienes llamaron al Centro de Coordinación de Emergencias. En la llamada señalaron que un trabajador estaba gravemente herido tras caerle el árbol encima. Los compañeros explicaron que si bien no estaba atrapado, éste había quedado inconsciente.

Se dio entonces aviso al Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), que movilizó al equipo de atención primaria de San Antolín de Ibias con la ambulancia de la zona. También acudieron al lugar los bomberos de los parques de Ibias y Cangas del Narcea. El SEPA movilizó además el helicóptero medicalizado por si fuera necesario trasladar de manera urgente al trabajador herido. No obstante, la operación por aire tuvo que suspenderse debido al mal tiempo: la niebla en la zona impidió al aparato hacer cualquier maniobra.

Cuando los servicios sanitarios llegaron al lugar del accidente -donde también llegaron a presentarse los bomberos- sólo pudieron certificar la muerte del hombre. Los agentes de la Guardia Civil se hicieron cargo de los trámites para proceder al levantamiento del cadáver. Los médicos certificaron la muerte del leñador poco antes de las siete de la tarde. El Centro de Coordinación de Emergencias, como marca el protocolo, informó de lo sucedido, además de al SAMU, a los bomberos y a la Guardia Civil, a la autoridad laboral competente.