La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Graciela Blanco, consultora y consejera

La nueva responsable de Bienestar Social pasó 5 años implantando por toda España aplicaciones informáticas para Justicia

Graciela Blanco, consultora y consejera

Continuidad. Ese es el principio que ha inspirado la designación de Graciela Blanco para hacerse cargo -en una fecha que aún no ha precisado el Gobierno regional- de la consejería de Bienestar Social. Esta lavianesa de Barredos, de cuarenta años de edad, llega para hacerse cargo de un departamento que conoce desde hace dos años y al que llegó de la mano de Esther Díaz, la consejera que anunció su dimisión el pasado día 17 ante la polémica generada por su participación en la empresa de su marido, suministradora de materiales para varias compañías que tenían contratos de obra pública.

Hasta las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo, Graciela Blanco se hará cargo de un departamento que tiene que velar por los sectores más desfavorecidos de la sociedad asturiana, inmersa en la peor crisis de los últimos setenta años. En los últimos dos años, Blanco encabezó la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y, además de sacar adelante el plan director de esta entidad, una de sus preocupaciones era seguir manteniendo vivo el compromiso del gobierno asturiano con los países más desfavorecidos del planeta. Y eso pese a los recortes presupuestarios y a las estrecheces económicas regionales. Es de las que cree que no se pueden enfrentar a unos pobres con otros.

Esta licenciada en Administración y Dirección de Empresas será la encargada de conducir hasta el final de la legislatura una consejería donde la reciente baja de Esther Díaz se suma a la anterior marcha voluntaria de dos de los cuatro colaboradores que la consejera había nombrado al llegar a este departamento: la responsable de atención a la dependencia, Clara Costales, y el director de políticas sociales, Jacinto Braña. En cambio, Graciela Blanco se mantuvo en su puesto y ahora le toca tomar el relevo de Díaz, de cuya mano llegó a la administración regional y también a la política.

La que pronto se convertirá en el segundo miembro más joven del gobierno autonómico (sólo es un año mayor que el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, de 39 años) se incorporó en el año 2010 al Ayuntamiento de Langreo como técnico del departamento de iniciativas y recursos externos. Gestionaba las subvenciones en un ayuntamiento comandado por Esther Díaz. Allí conoció a una dirigente política cuya valía, capacidad de gestión y de trabajo reconoce abiertamente. Y más en estos días en los que su carrera política parece truncada. Quienes tratan a Graciela Blanco, saben que considera injusto lo que le ha ocurrido a Esther Díaz, una persona de la que destaca su honradez y a la que define como una política de los pies a la cabeza. En la exalcaldesa de Langreo valora su capacidad de liderazgo y cómo motiva a sus colaboradores.

El puesto técnico que Graciela Blanco obtuvo en el Ayuntamiento de Langreo fue el paso previo a su salto, en el año 2012, a la consejería de Bienestar Social, cuando la regidora langreana fue llamada por Javier Fernández para encabezar una consejería. Con anterioridad a encontrar su camino en la administración pública y en la militancia política, Graciela Blanco, había trabajado como gestora comercial en BBV y también como consultora en la implantación de aplicaciones informáticas para el Ministerio de Justicia. Desempeñó este puesto por todo el territorio nacional. Fue un lustro, entre los 25 y los 29 años, en el que casi dio la vuelta a España, rotando por numerosas comunidades autónomas.

Entre sus primeros trabajos también estuvo uno en la empresa familiar, Construcciones Blanco Carrio S. L., una pequeña compañía fundada hace 40 años por su padre, que comenzó a trabajar como peón en el sector de la construcción. Éste se retiró en 2006 por motivos de salud pero la empresa sigue oficialmente constituida y activa para poder dar salida a una promoción de viviendas que su familia no acabó de vender por culpa de la crisis económica, indican fuentes cercanas. Construcciones Blanco Carrio hizo durante años pequeñas promociones en la zona, en localidades como Barredos, Pola de Laviana o Rioseco. Nunca contrató obra civil con la administración, según el Gobierno regional.

La próxima consejera de Bienestar Social tiene también un hermano arquitecto que, entre otras obras, llegó a hacer la ampliación del centro social de Sama y, como director de obra, se encargó de los trabajos en el centro de discapacitados de La Magdalena, en Avilés. Fueron obras firmadas en 2009 y una de ellas, la última de las citadas, terminada en diciembre de 2011, antes de que Graciela Blanco entrase en la administración regional, siempre según fuentes próximas al Ejecutivo. Desde entonces, este familiar no ha vuelto a trabajar en ningún proyecto relacionado con el Principado, añaden las mismas fuentes.

Esta lavianesa de ojos claros, voz grave y expresión tan amable como resuelta, tiene ante sí seis meses para culminar una tarea que comenzó Esther Díaz. Seguro que le va a quedar mucho menos tiempo aún para una de sus aficiones, la lectura. Por lo menos, podrá terminar el libro que tiene empezado: "Los amores imprudentes", del vallisoletano Gustavo Martín Garzo.

Compartir el artículo

stats