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Asturama

La hiperactividad pide hueco en clase

Los padres de alumnos con trastorno de déficit de atención exigen al Principado que desarrolle un protocolo para ayudarles en su aprendizaje

Por la izquierda, Celestino Rodríguez, Emilia Barrio y Begoña Pedrosa. Juan Plaza

La Asociación de Niños Hiperactivos del Principado de Asturias (ANHIPA) maneja el dato de que unos cinco mil niños y jóvenes en edad escolar, desde Infantil a la Universidad son alumnado con TDAH, el llamado trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Suponen un cinco por ciento de los estudiantes asturianos y suponen, también, un problema: para ellos, para sus familias y para las aulas. Pero sin olvidar que el TDAH tiene buen pronóstico si hay una intervención adecuada.

No son alumnos de necesidades educativas especiales y entran en ese saco común que es la atención a la diversidad. Pero los niños y jóvenes con TDAH no responden a la misma sintomatología. Cada caso es un mundo y los profesores se encuentran en muchas ocasiones desbordados por una situación para la que no están lógicamente formados.

Madres y padres de niños hiperactivos se reunirán hoy con la consejera de Educación, Ana González. Una entrevista largamente esperada. "Queremos que se oficialice el protocolo de actuación con estos escolares", señala Emilia Barrio, presidenta de la asociación. ANHIPA ya cuenta desde un par de años con ese protocolo, en el que ayudó especialmente el profesor de la Facultad de Psicología y vicedecano de la de Formación del Profesorado Celestino Rodríguez.

"Queremos que la Consejería vaya más allá de colgar el protocolo en su página de Educastur. Estamos ante una gran oportunidad porque se van a aumentar significativamente los equipos de Orientación, que en este asunto son básicos". El protocolo define síntomas, pero también estrategias para los profesores. "Puede serles de gran ayuda en el diagnóstico y en la intervención", asegura Celestino Rodríguez.

Oficializar supone un paso más a la hora de que el sistema educativo se involucre. "Necesitamos una resolución administrativa por parte del Principado para evitar que la correcta atención de nuestros hijos quede supeditada a la suerte que tengamos o no con los profesores que les toquen", dicen Emilia Barrio y Begoña Pedrosa, que forman parte de una asociación que engloba a unas 600 familias y con sede en varias localidades asturianas.

Que Educación marque la estrategia y que sea de obligado cumplimiento. "A veces no se necesita mucho, sólo adaptar las evaluaciones, aumentar los tiempos de exámenes para estos alumnos o simplemente que las preguntas de los exámenes no se formulen en el papel todas juntas, sino por separado y dejando un espacio".

No todo es cuestión de encontrar un docente con ganas de colaborar. La mayoría las tienen. "Pero entendemos que muchos profesores se encuentran sin herramientas para afrontar un caso de TDAH, y lo cierto es que las estadísticas nos demuestran que en cada aula hay uno o dos niños con este problema", aseguran los directivos de la asociación.

Hace unos días, LA NUEVA ESPAÑA publicaba la emocionante carta de una lectora que titulaba "Una madre agotada". Laura Collado, madre de un niño con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, explicaba en ella el cansancio psíquico que supone tener que explicar a cada comienzo del curso las mismas cosas al tutor de turno. Laura se preguntaba "¿por qué no son obligatorios los cursos de formación sobre este tipo de trastornos, y por qué no es obligatorio llevar a cabo el protocolo de actuación que tanto han tardado en diseñar desde la Consejería?". Y "si todas las familias de niños hiperactivos se sienten así, ¿por qué hay tan poco gente que nos entienda?", se preguntaba Laura Collado.

Begoña Pedrosa quiere hacer hincapié "en el esfuerzo sobrehumano que hacen las familias y los críos, que son peleones", y que "aguantan muchos mensajes negativos en la escuela", añade Emilia Barrio. Sin unas normas claras y generales en los colegios e institutos, más del cincuenta por ciento de los escolares con TDAH están abocados al fracaso.

La LOMCE abre la puerta a una mayor atención educativa a estos alumnos, con dos artículos donde se menciona de forma expresa el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Con el TDAH se ha avanzado muchísimo. Hace no muchos años la mayoría de los niños afectados acababan siendo tachados por sus profesores de vagos o maleducados. Pero se necesita un paso adelante, y eso es lo que van a pedir los padres y madres de ANHIPA a la Consejera. "Sin normativa, dependemos de que el profesor se implique y, además, sepa. Queremos que ningún profesor asturiano se vea superado por una situación, porque hay formas de llevar a un TDAH en el aula y conseguir buenos resultados", afirman.

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