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El tren rompe el saco de León

Usuarios asturianos aceptan la solución propuesta por Fomento para evitar el "disparate" del acceso ferroviario a la ciudad

El tren rompe el saco de León

Ni el gran soterramiento previsto por el Gobierno de Zapatero, vinculado por el PSOE a un proyecto urbanístico que la crisis ha hecho inviable, ni el apeadero a las afueras de la ciudad que tanto rechazo cosechó entre los leoneses. Tampoco la recuperación de la vieja estación. La solución que plantea Ana Pastor para erradicar el "fondo de saco" ferroviario de la provincia vecina, que viene penalizando gravemente a los trenes de Asturias desde su inauguración hace ya más de cuatro años, pasa por un soterramiento parcial de 600 metros desde la zona del campo de fútbol hasta donde se encontraba el paso a nivel de El Crucero. El remedio propuesto satisface a los especialistas asturianos del sector y a usuarios de la vía que lo son desde la cabina o los vagones. Una vez culminado el "disparate", dicen unos, o el "desastre", apuntan otros, de hacer perder veinte minutos en las maniobras de entrada o salida de la estación leonesa a los trenes que tienen origen o destino en Asturias, los consultados aceptan el antídoto incluso aunque algunos de ellos sean por convicción en general contrarios a los soterramientos.

Por el nuevo trazado subterráneo discurrirán dos vías pasantes que evitarán tanto la pérdida de tiempo como la circulación de los Alvia asturianos con el pasaje sentado en el sentido contrario al de la marcha entre Gijón y León, puerto de Pajares incluido. Además, también está prevista la ampliación de la terminal actual para instalar bajo ella los andenes destinados a los viajeros de Asturias, con un modelo muy similar al de la estación ovetense de Llamaquique.

El proyecto que maneja Fomento y que ya ha recibido el visto bueno del Ayuntamiento de León, también del Partido Popular, cumple el requisito fundamental que plantean los expertos consultados por LA NUEVA ESPAÑA. Desde la esquina de los usuarios, Carlos García Alcalde, portavoz del colectivo Asturias al Tren, apunta de entrada que "aunque tenemos nuestras discrepancias con la ministra sobre las redes de Cercanías, a las que no se está destinando ni un euro, sí estamos de acuerdo en este caso, dejando claro que nosotros no somos en general partidarios de soterrar vías, porque suele ser una alternativa carísima". Aquí, sin embargo, cabe la excepción, apunta, por lo que urge "eliminar el desastre que montó el gobierno de Zapatero y José Blanco".

Una vez consumado el "disparate", le acompaña José Félix Quince, maquinista del sindicato Semaf, "cualquier solución que que lo palie es positiva. Se propone un especie de semisoterramiento y parece la fórmula adecuada. No creo que tenga un coste excesivo y técnicamente parece lo mas viable", asegura. "Lo que es una barbaridad", retoma la indignación del pasajero, "es que sigamos teniendo que dar la vuelta al ruedo antes de entrar en León. Voy todas las semanas y cada día me da más vergüenza ser asturiano y la poca consideración que tuvieron los políticos que dirigían este país cuando consintieron eso". Quince llama la atención sobre la urgencia del remedio haciendo ver la paradoja de que en tren desde Asturias "ahora tardamos a Madrid más que antes de eliminar el paso a nivel de El Crucero", que pasamos de cuatro horas y cuarenta minutos a superar las cinco. "Si el coste es razonable", remata el argumento Carlos García Alcalde, "nosotros lo apoyaremos".

El presupuesto que se baraja para la alternativa elegida por Ana Pastor rondaría los 80 millones de euros, que serían aportados en su integridad por el Gobierno central, frente a los más de 700 millones de coste estimado para el soterramiento planteado por el Ejecutivo de Zapatero, que llevaba toda la traza ferroviaria bajo tierra desde León al municipio vecino de San Andrés de Rabanedo, en un trazado de más de 2,5 kilómetros de longitud total. La intención del Ministerio, a expensas de lo que suceda en las elecciones del otoño, es licitar la actuación a comienzos de 2016.

Un largo enredo

El tren de Asturias comienza de este modo a ver la luz en la Meseta cuando apenas quedan un par de meses para la llegada del AVE a León, lo que supondrá la reducción de una hora en los tiempos de viaje entre el Principado y la capital de España, dejándolo en unas cuatro horas desde Oviedo y en algo menos de cuatro horas y media desde Gijón. La solución al "fondo de saco" pondrá fin a un enredo ferroviario cuyo origen se remonta a 2002, cuando el Ministerio de Fomento, en tiempos de Francisco Álvarez-Cascos, suscribió un acuerdo con la Junta de Castilla y León (PP) y con los Ayuntamientos de León (PP) y de San Andrés de Rabanedo (PSOE) para la preparación de la llegada de la Alta Velocidad a la capital vecina. Dentro de aquel abanico de actuaciones ya se encontraba un soterramiento de 500 metros para acabar con el paso a nivel de El Crucero, "cinturón de hierro" que dificultaba el desarrollo urbano de la ciudad. Para ejecutar esta obra, largamente demandada por la sociedad local, resultaba necesaria la construcción de una estación provisional en "fondo de saco", pero para prestar servicio sólo durante los trabajos para enterrar las vías. Luego se haría la definitiva.

Este primer planteamiento de Fomento comenzó a materializarse tras la llegada del leonés José Luis Rodríguez Zapatero al Gobierno. En 2008 entró en servicio el conocido como "enlace sur", trazado destinado al desvío de las circulaciones cuando se procediese al soterramiento de El Crucero. Tres años después, el 11 de marzo de 2011, a escasas semanas de unas elecciones municipales y autonómicas que el PSOE acabaría perdiendo en León, José Blanco acudió al multitudinario acto oficial de supresión del paso a nivel de El Crucero. Incluyó la entrada en servicio de la estación en "fondo de saco" para la que se anunciaba entonces como inminente llegada del AVE a León, algo que finalmente no sucederá, al menos, hasta este septiembre.

El caso es que el estreno de esta nueva terminal supuso una penalización inmediata para los trenes de Asturias, con retrasos de veinte minutos de media en completar las maniobras de entrada y de salida del "fondo de saco". Además, las instalaciones abrieron al tráfico cuando no estaba ni licitada la faraónica actuación proyectada por el Gobierno de Zapatero para la integración del ferrocarril en León, consistente en un soterramiento de 2,7 kilómetros y una gran estación bajo tierra, todo incluido en un ambicioso proyecto urbanístico que se iba a financiar con las plusvalías generadas por los terrenos ferroviarios liberados. La crisis se llevó por delante esos planes y eternizó la "provisionalidad" de la nueva estación.

La popular Ana Pastor dejó muy claro nada más llegar al Gobierno que el proyecto heredado de Zapatero era inviable desde el punto de vista económico. Fomento decidió entonces crear un comité de expertos con las partes implicadas para buscar una solución para los trenes de Asturias en León. Una de las alternativas que se barajaron consistía en la construcción de un apeadero para los Alvia a las afueras de la ciudad. No salió adelante por el enorme rechazo que suscitó en León.

Finalmente, la opción elegida por Fomento consiste en un semisoterramiento que los expertos consultados aceptan siempre que acabe con los retrasos de los Alvia y evite que, como sucede ahora, los pasajeros viajen de Gijón a León sentados en el sentido contrario al de la marcha. Los especialistas consideran "fundamental" y "urgente" acabar con un "fondo de saco" que ha empeorado de forma notable el servicio ferroviario de la región, sin que esa marcha atrás haya tenido incidencia en el nivel de uso del Alvia por parte de los asturianos.

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