La Federación Asturiana de Parroquias Rurales (Fapar) inaugura el mandato de los presidentes de las 39 entidades locales menores de la región marcando una hoja de ruta que empieza por la exigencia de trasladar la financiación de estas demarcaciones administrativas de ámbito inferior al municipal a los presupuestos del Principado. Andrés Rojo, reelegido como máximo responsable de la federación, planteó en la asamblea de la institución la necesidad de dar un giro al modelo actual en el que cada parroquia sólo recibe del Gobierno regional una ayuda de 1.100 euros. Reclamó "una financiación a través de los presupuestos autonómicos que tenga en cuenta la población, el territorio y la aportación de estas entidades al medio natural", que valore que el patrimonio fundamental de estas entidades, los montes, está sometido a "unas medidas de protección y a unas restricciones" que obstaculizan su rendimiento. Con una partida de 200.000 euros bastaría, según los responsables de Fapar.

Como metas para los cuatro años que comenzaron en las pasadas elecciones municipales, las parroquias rurales reclaman además que una modificación de la ley electoral permita incorporar la elección democrática de los vocales de las entidades. Hasta ahora, los electores sólo eligen directamente al presidente, toda vez que los vocales son designados libremente por los partidos políticos.

Rojo entiende además que los instrumentos de gestión de los parques naturales, tal y como han sido aprobados, "perjudican el desarrollo de nuestro hábitat" y se propone seguir presionando al Principado "para que cambie la Ley de Montes y el Plan Forestal, que ya no cumplen la finalidad para la que fueron concebidos".