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Asturias, la región móvil

Los asturianos están a la cabeza de España en el uso del smartphone con 79 minutos de conversación al mes, siete más que la media nacional

Asturias, la región móvil

Los españoles tenemos fama de darle al móvil compulsivamente. Para hablar, se entiende. ¿Cómo nos arreglábamos hace veinte años, cuando no existían? Misterios. No es de extrañar que haya más teléfonos móviles que ciudadanos y que este país sea el paraíso facturador de las empresas del ramo.

Una de ellas publicó ayer una estadística en la que sitúa a los asturianos en la cima del bla, bla, bla. Hablamos los del Principado una media de 79 minutos al mes por el móvil, siete más que casi todos los de este variopinto país. En este ranking del parloteo sólo nos ganan este año los baleares, que se tiran 90 minutos mensuales hablando a través de ese artilugio convertido en apéndice de nuestras orejas y compañero inseparable de nuestras vidas. Sin el móvil nos convertimos en pobres seres desnudos. Un dolor.

La tradición asturiana de abusar del móvil viene de años atrás. La misma empresa, Másmóvil, ya situó a los asturianos a la cabeza del consumo nacional el pasado año, con 93 minutos de media por cabeza, y lo mismo en 2013, rondando los cien minutos mensuales. Una barbaridad. Un año antes nos habían ganado los navarros, pero Asturias ocupaba la segunda plaza, superando la hora y media de conversación. Para comparar: riojanos y vascos no pasaron en el primer semestre de este año de los 63 minutos de consumo mensual. O tienen mucho menos que decir, o lo dicen más rápido y mejor.

El informe de hábitos de consumo a partir de la actividad habladora de cien mil clientes de toda España indica, sin embargo, que en Asturias y en buena parte del país tendemos a hablar menos por el móvil (un diez por ciento menos que el pasado año, en lo que respecta al Principado). No es que nos volvamos menos parlanchines, es que aumenta de forma esponencial el tráfico de datos a través de los terminales, lo que en muchas ocasiones hace innecesario -y hasta aburrido- el voz a voz. Cada uno de nosotros emplea al mes unos 636 megabytes (MB) en ese "botellón" digital que incluye sobre todo mensajería de texto e imágenes, en foto y en vídeo.

Disminuyen desde hace años los sms tradicionales (por los que hay que pasar por caja en muchos de los contratos), pero se disparan los wasap, que son como una tertulia eterna -y gratuita- donde fluyen toneladas de nimiedades. Una empresa norteamericana señalaba recientemente que en el mundo más de dos tercios de los mensajes de texto e imagen eran lo que los promotores del estudio llamaban muy caritativamente "información secundaria convencional". O sea, chascarrillos puros y duros. En eso los españoles somos campeones del mundo. Con diferencia.

Asturias prefiere la voz al dato. En voz, ya se explicaba, no nos bajamos del podio nacional, junto a los ya mencionados ciudadanos de las islas Baleares y los de la comunidad de Murcia. Pero los que mayor consumo presentan en materia de datos móviles son los gallegos (658 megabytes al mes por usuario) y los andaluces (646). La media nacional es de 636 MB por mes y persona, y por ahí anda Asturias. Los extremeños son los que menos navegan desde el smartphone.

Según el estudio, las diferencias de consumo también se reflejan por género, ya que se aprecia que las mujeres se comportan como usuarias ligeramente más activas que los hombres en el uso de la voz de telefonía móvil: hablan un 9% más que ellos. También son las mujeres las que más sms envían, una media de 9 al mes, frente a los 8 de los hombres. Sin embargo, el uso de datos móviles en el sector femenino es un 6% menor que en el masculino.

En una palabra, ellas hablan más pero navegan menos. Dicen los sociólogos, sin embargo, que las estadísticas de género en este campo tienden a igualarse. Frente al móvil hay más igualdad que en otros campos. Algo es algo.

En esto como en todo hay franjas de edad. Los españoles más dependientes del móvil son los que tienen entre 25 y 35 años. Cada uno de ellos se gasta mensualmente unos preciosos 84 minutos de su vida en hablar por su teléfono.

El rango de edad que más echa mano del consumo de datos móviles se sitúa entre los de 20 y 25 años. Juventud a tope, atada al móvil las 24 horas, con un promedio abrumador de 759 megabytes por mes y persona.

Aseguran algunos psicólogos que el uso desmedido de mensajes y datos hace perder la capacidad para la comunicación directa, ésa que se hace -como se hizo toda la vida- mirándose a los ojos. Hay quien declara su amor por wasap y se despide por sms, y, en todo caso, decir las cosas bien a las claras siempre es menos traumático con intermediación de este aparato pequeñín que sirve para todo, incluso para hablar por teléfono.

Quizá para preservar la comunicación de la de verdad, cuerpo a cuerpo, los dueños de una sidrería de Gijón colocaron ese cartel que reza: "No tenemos wifi. Hablen entre ustedes".

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