Tensión en el primer debate político de la legislatura. El PP y Podemos elevaron la temperatura de la comparecencia del consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, cuando abordaron la cuestión de las "puertas giratorias" y la colocación de altos cargos del PSOE. Fue el punto de inflexión de una sesión que se prolongó durante casi siete horas, en las que el portavoz del Gobierno señaló como prioridades la aprobación de leyes de Transparencia y Buen Gobierno, participación ciudadana, juventud, protección civil, asturianía, además de las del Presidente y de designación de senadores comprometidas con IU en el acuerdo de investidura. El pacto demográfico, el plan de actuación en el Suroccidente y otro de infraestructuras judiciales para la década 2015-2025 también forman parte de los capítulos en los que hizo mayor hincapié el titular de Presidencia.

"Ninguna duda en la lucha contra la corrupción por parte de este Gobierno. Ninguna", sostuvo Guillermo Martínez en su discurso inicial, una aseveración en la que luego hicieron parada y fonda otros portavoces parlamentarios. El consejero de Presidencia anunció la publicación en el portal de transparencia de la lista de personal eventual del Ejecutivo y organismos autónomos dependientes del Principado, con su nivel retributivo y currículum y recordó que las declaraciones de bienes y nóminas de los miembros del Gobierno es un compromiso ya asumido en la anterior legislatura.

El debate comenzó a caldearse en la sesión de la tarde, cuando la diputada de Podemos, Lucía Montejo, sacó a relucir el asunto de las incompatibilidades. "Varios exaltos cargos socialistas están desempeñando sus trabajos en las mismas áreas donde legislaron. ¿Les afectará la normativa de puertas giratorias?", planteó la parlamentaria del grupo podemista. El consejero de Presidencia recogió el guante: "Si sabe algo de existencia de incompatibilidades no espere ni un minuto más. Va a contar con la colaboración del Gobierno". El primer careo estaba servido. Montejo dio nombres propios: "Pablo González, que estuvo al frente del ERA, es ahora el presidente de la patronal de los geriátricos asturianos; María José Ramos, exconsejera y mujer de Pedro Sanjurjo, está al frente de un geriátrico y el marido de la exconsejera de Esther Díaz es socio de una residencia de Llanes". La respuesta de Guillermo Martínez revela la tensión del momento: "No voy a convertir este espacio público en un basurero", manifestó el consejero que más adelante calificó de "muy poco edificantes" las palabras de la diputada podemista. "Yo no voy a hablar de maridos y mujeres", manifestó Martínez, a lo que Lucía Montejo replicó que "la petición de información en una cuestión de interés público no debe tomarse como una agresión". La explicación no le sirvió al consejero. "No aprecio ninguna voluntad constructiva", contestó el titular de Presidencia.

El PP no estaba por la labor de quedarse atrás en los reproches al Gobierno socialista. Los populares en su afán de demostrar que son el primer partido de la oposición han endurecido su discurso respecto al de la anterior legislatura y ayer dieron la voz cantante a la diputada Carmen Pérez de la Mata, curtida en mil y un batallas en el Ayuntamiento de Cudillero, que habló de la "politización" en un proceso de selección de abogados del Consejo Consultivo en el que destacó que formaron parte "Leopoldo Tolivar y Mercedes Fuertes, la esposa de Sosa Wagner, que han ocupado altos cargos en el PSOE", recalcó la diputada popular. Pérez de la Mata puso, además, objeciones a la "colocación" en el organigrama de la Consejería de Presidencia de "dos políticas", en alusión a Gimena Llamedo, directora de la Agencia de Cooperación al Desarrollo y Melania Álvarez, la directora general de Participación Ciudadana, entrando en un terreno escabroso para casi todos los partidos políticos. "Casi me apetece pedir disculpas a Podemos porque ustedes lo superan todo", manifestó Guillermo Martínez, quien emplazó a los populares a no sobreactuar. "Yo no estoy actuando, yo soy así, digo lo que pienso", contestó acto seguido Pérez de la Mata, que fue amonestada por la presidenta de la comisión, Nuria Devesa, cuando la popular le decía al consejero socialista que "para payasos ustedes no son los más indicados para llamarme a mí actuante".

En las cerca de siete horas de comparecencia se abordaron mucho más asuntos pero con escasas novedades. Guillermo Martínez admitió, a preguntas formuladas por Diana Sánchez, de Ciudadanos, la necesidad de agrupar las sedes judiciales de Oviedo, pero confirmó que no se hará un nuevo equipamiento y que se optará por buscar el agrupamiento en Llamaquique colaborando con otras administraciones y con la Universidad. "¿Por qué le vamos a creer ahora cuando ya dijo lo mismo hace tres años y no cumplió? Su gestión en materia de justicia es un caos", le reprochó el popular José Agustín Cuervas-Mons.

La diputada de IU Concha Masa lamentó "la escasez en la concreción" de los planes del consejero y exigió medidas para que la ley de Memoria Histórica "no caiga en el olvido". La forista Esther Landa reprobó al consejero "su falta total de autocrítica" por no sacar adelante la aprobación de las leyes de Buen Gobierno y Transparencia en la pasada legislatura y reclamó, al igual que la diputada de Ciudadanos, Diana Sánchez, medidas concretas sobre el pacto demográfico.