Apenas hay sitio para las infraestructuras. Y menos aún para las asturianas. Las directrices comunitarias obligan a que el 80 por ciento de los fondos europeos para las regiones más desarrolladas de la UE, entre las que está Asturias, se destine a actividades relacionadas con el I+D+i y, además, el Gobierno de España ha acordado con Bruselas que las únicas obras que se financien con cargo a las políticas de cohesión sean los corredores ferroviarios Atlántico y Mediterráneo. Así lo puso ayer de manifiesto en Madrid, Jorge García Reig, subdirector de Fondos Comunitarios del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en la jornada de análisis organizada por la Representación de la Comisión Europea en España, a cuyo frente está ahora Aranzazu Beristain.
La línea de AVE entre León y Gijón, que sólo tiene en obras uno de los túneles de la variante de Pajares, forma parte de un ramal secundario del Corredor Atlántico, por lo que tiene muy complicado, por no decir imposible, acceder a fondos de cohesión en su tramo por el centro de la región, para el que no hay ni proyecto constructivo. El enorme retraso acumulado hace que tampoco esté en condiciones de acceder a los programas de financiación comunitaria que más se centran en el campo de las infraestructuras, el "plan Juncker" y "Conectar Europa", si bien este último sí podría insuflar fondos para el tramo de Alta Velocidad que va de León a La Robla, fundamental para la llegada del AVE al Principado. En cualquier caso, Juergen Foecking, subdirector de la Representación de la Comisión Europea en España, advirtió que el denominado "plan Juncker", con el que la UE espera movilizar en los próximos años 300.000 millones en inversiones no atenderá a cuotas estatales, regionales o sectoriales. "Su enfoque, en este sentido, es muy diferente al de las políticas de cohesión", indicó.
